
Gracias a esta doble moral el celtíbero puede drogarse con toda naturalidad y a la vez condenar el consumo de drogas (incluido el alcohol). Poque en este país nuestro se droga todo Cristo. Se drogan los que van de fiesta. Se drogan las familias cuando se reunen. Se drogan los que están deprimidos. Se drogan los creadores para ser más brillantes. Se drogan los estudiantes para empollar. Se drogan los deportistas para ganar. Se drogan los modernos para ser más "cool". Se drogan los padres y las madres a escondidas. Se drogan las mujeres para no engordar. Se drogan los policias con lo que requisan. Se drogan los seguratas para aguantar dos turnos diarios. Se drogan los jubilados por hacer algo. Y finalmente se drogan los que todos denominamos como drogadictos. Eso sí, si nos preguntan: No a las drogas.
Curiosamente mientras el país entero practica la politoxicomanía nuestros políticos (tan politoxicomanos como el que más) se empeñan a machacar a la ciudadanía con multas y campañas publicitarias contra el consumo de drogas. A sabiendas de que no van a servir de nada, pero así parece que hacen algo y de paso algún amiguete director de cine fracasado se puede sacar unas perrillas.
Bueno, como no vamos a conseguir cambiar el caracter de este país así como así me voy a echar una birra y a ver el muy celtibérico parte meteorológico de José Antonio Maldonado por si aparecen fuedtes bodgagcas ¡Salut!
_
3 comentarios:
Pues visto así...
Per cierto, un petardito?
Venga. Y para acompañarlo una cerveza fresquita por aquello de la politoxicomanía. :]
eh eh que no se puede fumar en el lugar de trabajo ;-P
Publicar un comentario